martes, 8 de noviembre de 2011

CAPITULO XVI

El regreso a Bs As parecía más largo que la ida o era la ansiedad? A pesar de estar rodeado de personas, sonriendo y sacándose fotos, su pensamiento estaba en un mensaje. Para que Paula quería verlo? Todavía lo estaría esperando o se habría arrepentido?
Durmió buena parte de la tarde; bien entrada la noche, se dirige a la casa de Mariano, era un compromiso que no podía eludir.
Después de estar un buen rato compartiendo la cena con el clan Iudica, toma su celular y envía un mensaje, de esa respuesta dependía el futuro de su corazón.
-Puedo ir ahora?
Mariano curioso le pregunta por qué esta tan nervioso.
-Hoy me juego a todo o nada. Fue su respuesta. Y en ese instante suena su celular, la respuesta había llegado.
-Si, te espero.
Con una sonrisa en los labios le pide a mariano que le prepare uno de esos Fernet que te levantan el ánimo.
-Bien TETEEEE, ya me imagino por quien viene la mano, mañana me contas todo.
Porque el viaje era tan largo. Ir de lo de mariano al departamento de Paula se le hizo eterno.
Escucho el portero eléctrico, abrió la puerta y subió.
….

El celular tembló en sus manos al leer el mensaje. Pedro preguntando si podía ir.
Con manos temblorosas escribe la respuesta.
-“Si, te espero”
Tardó unos minutos en reaccionar. No era lo mismo recibir a Pedro el chico que te cantaba canciones para conquistarla en un programa de televisión, que al hombre del cual acabas de darte cuenta que amas con toda el alma.
Corrió al baño a mirar su rostro a poner color a sus mejillas, después al dormitorio para que la imagen del espejo le diga si estaba linda.
De pronto se puso seria. Y si venía a decirle que no lo moleste más?
No, se dijo para si, Pasaron muchas cosas algo de lo lindo que una vez sintieron debería haber quedado y eso le serviría para luchar por la felicidad.
El sonido del portero eléctrico la volvió a la realidad. Atendió era Pedro.
-Subí. Fue la suave respuesta.

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