El domingo la pasan en el departamento de Paula todo el día. Se mimaron, jugaron, se disfrutaron todos el día. Y moro era una parte importante del día de ambos, por que comenzaron a compartir la tarea de cuidarlo. Para ello cerca del medio día Paula le pide a Pedro que saque a pasear a Moro y él le dice:
-Vamos los dos.
-Te parece???
-Si, vamos. Y para convencerla la abraza por la cintura y la besa.
-mmmm si me lo pedís así, vamos.
Tomados de la mano recorren algunas calles de su barrio parando de tanto en tanto para hacerse un mimo, sin importarles quien los vea, solo ellos se prestaban atención.
De regreso a su casa Paula cocina, mientras Pedro toma dominio del control del televisor, con un documental.
Así pasan el domingo.
….
El lunes Paula se levanta temprano debe hacer las sesiones de fotos para Avon Argentina. Pedro se quedó durmiendo plácidamente.
A las 11 de la mañana regresa y encuentra a Pedro recién levantado sentado en el sillón mirando tele con Moro entre sus brazos durmiendo. Se dan el besito de los buenos días y todo parecía que iba a ser un día tranquilo hasta que Paula va a la cocina y encuentra los platos de la cena sin lavar y con el agregado de la taza del desayudo en la mesa todavía.
-Pedro, no lavaste los platos de anoche!!!
-Huy me los olvide, me levante tarde.
-Y la taza del desayuno tampoco.
-Bueno no hace falta que te alteres tanto por unos platos.
-Pero esas tareas también la debemos compartir.
-Definitivamente la calle te alteró.
-No estoy alterada, no cambies el tema, vos debes colaborar. Son dos platos y una taza.
El silencio de Pedro la enfurece más y para no decir algo que empeore la situación se va a la habitación y cierra la puerta, con bastante fuerza.
Sin muchas ganas va a la cocina ordena todo, lava los platos los guarda, toma su bolso y se va, sin siquiera despedirse.
Tiene ensayo final en el piso y baile en vivo. Pero no se siente muy bien, el enojo con Paula lo puso mal. Se da cuenta que ella tenía razón en enojarse, estuvo mucho tiempo sentado sin hacer nada y también se dio cuenta que tiene que colaborar.
Ya eran las 6 de la tarde y Paula no le había mandado ningún mensaje, entonces la llamo.
-Amor, te amo. Fueron sus primeras palabras.
-Yo también. La voz de Paula hablaba que no estaba bien.
-Me perdonas??? No quiero que estemos mal por una tontería.
-Yo tampoco, quiero que estemos así.
-Quiero verte, podes venir al mi casa porque en un rato bailo en vivo y no puedo ir hasta el tuyo.
-Bueno a qué hora queres q vaya??
-Ya te espero.
-Bueno, en 10 estoy.
Sin detenerse a pensar en nada Paula toma su campero y su bolso y sale corriendo.
Llega al departamento de Pedro, que no tarda nada en abrir. La abraza y la besa con ansias y ella responde de la misma manera.
-Te extrañe. Dice él muy afectado.
-Yo también. Y una lágrima rueda por la mejilla de Paula.
-No te pongas así pero no peleemos por una tontería. Asumo que soy vago pero le voy a poner ganas. Y sonríe.
-mmmm tampoco daba para que explote de esa manera, verdad. Y sonríe.
-Pero no quiere decir que te la deje pasar. Le advierte Paula.
El la vuelve a besar y la lleva al dormitorio. Se acuestan y permanecen abrazados.
-Hoy bailas??
-Si, en un rato tengo que ir a vestuario.
-Te a ir muy bien, estoy segura.
-me vas a mirar???
-Por supuesto y voy a gritar en cada puntaje. Lo estás haciendo muy bien.
Están unas dos horas ahí, luego Paula lo besa y le da buena suerte y salen ambos; ella para su departamento y él para ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario