domingo, 20 de mayo de 2012

CAPITULO 178


Nunca manejó tan rápido como en ese momento, suerte que a esa hora el tránsito era muy escaso. Llega a su departamento y lo encuentra ordenado y frío, tira las llaves sobre la mesa y el ruido metálico lo sorprende.
-Siempre lo mismo, ella no siente nada y después me tengo que comer que se acaballe a un tipo.
Enciende un cigarrillo, el televisor y se tira en la cama muy enojado. No ve lo que están dando en cada uno de los canales que van pasando tan rápido con el zapping que hace.
Después de unas horas apaga el televisor, el cigarrillo se quedó en el cenicero consumido sin ser tocado. Pasaron dos horas desde que llegó y no pudo cerrar los ojos. Su celular sonó varias veces pero solo lo miró sabía que era ella pero no estaba dispuesto a contestar.
La extraña horrores,  la cama esta fría, se la imagina a su lado pero también se le vienen las imágenes del bailarín muy cerca de su novia y la rabia y el enojo vuelven a aflorar. Esta vez él la tenía tomada de la cintura por detrás y ahí estaba la erección, no vio mal el tipo se calentó con tanto franeleo. Se decía él para continuar manteniendo el enojo y no leer los mensajes que ella le había dejado.
Por fin logró conciliar el sueño pero la pesadilla que tuvo lo despertó, miró a su alrededor y no la encontró estaba dormido y desorientado, no era su habitación.
El frío que sintió cuando abrió la puerta de la habitación la hizo abrazarse, llevo a Moro al dormitorio, lo dejó sobre la cama y no paraba de hablarle:
-Que carácter de mierda, siempre yo tengo que sentir todo y él verlo todo. Esto así no va yo soy culpable… te das cuenta que quiere que quede como la culpable… que tiene de malo festejar como lo hago??? Me queres decir.
-Él me dice que yo me acaballo sobre Pablo cuando la Juli le pasó la lengua de 10 metro por su cara delante de mí… verdad chancho que tengo razón en enojarme?
-Pero vas a ver como en un rato vuelve y esta vez no recibo en la puerta.
Todavía con la calentura del enojo se acuesta, mira la almohada vacía y le da la espalda, se sienta enciende el televisor, suena su black berry, creyendo que era él lo atiende rápido y… no, no era él era su papá para preguntar cómo estaba morito.
-Está bien, ya le bajó la hinchazón.
-Bueno,  Moro parece que está bien pero a vos te noto mal que pasa??
-Nada discutimos con Pedro por una pavada.
-Me queres contar, si se puede???
-Si fue al ensayo hoy y dice que vio que Pablo mi bailarín me apoyaba y que estaba encendido digamos.
- Huuyy me imagino cómo se puso.
-En ese momento no me dijo nada pero cuando veníamos en el auto, estalló.
-Y vos que le dijiste? Le explicarte que no pasó nada???
-Sí pero me sacó en cara que yo me trepo a Pablo para festejar el puntaje.
-Bueno, princesa si yo fuera tu novio también te diría lo mismo.
-Pero papá, eso es tonto yo solo festejo el puntaje, el año pasado lo hacía y no me dijo nada.
-El año pasado no eras su novia oficial, sabes que es celoso como lo sos vos.
-Sí pero lo de esta tarde… yo no tengo nada que ver.
-Estás sola??
-Sí se enojo tanto que me dejó en la entrada y se fue. Papá yo también me tengo que fumar que él se la franelee en el baile.
-Sí pero todo es dentro del baile y sin intención, fuera del jamás vi que ella se lo trepe para festejar.
-La bajo de las mechas.
-jajajajaja no lo llamaste???
-El que se enojó fue él, yo no hice nada.
-Está princesa no me meto en tu relación me alegro que Morito esté bien.
-Sí gracias papá por preocuparte.
Cuando deja el celular mira a Moro que se encuentra en la almohada de Pedro. Los ojos se le llenaron de lágrimas, lo que hablara con su papá se sonaba en la cabeza y si como la otra vez que su madre le dijo es cierto, Pedro siempre mantuvo su distancia cuando festeja las performances y corre hacia ella para besarla, siempre la pone en primer lugar:
-Que hago, me lo queres decir???
Moro solo abrió los ojos por un segundo y los volvió  a cerrar. Paula tomo el celular y lo llamo… no hubo respuesta; lo conocía sabía que cuando él tiene la razón no aflojaba fácilmente. Intentó varias veces pero no le contestó.

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