sábado, 7 de enero de 2012

CAPITULO 87

A la mañana siguiente  Paula se levanta como todos los días, se prepara unos mates y tostadas, oye que suena la alarma del celular de Pedro y sonríe, recuerda la explosión de ira del día anterior, tendría que ir despacio.
-Hayyy la puta madre.
Paula escucha esas palabrotas y ruidos en la habitación y va a ver qué pasó.
-Que pasa gordo.
-Este muñeco de moro casi me mata.
-Te lastimaste?
-No, lo pise y me pincho algo y casi me caigo.
Lo decía mientras se frotaba el pie, ella levanta el muñequito en cuestión y lo coloca en la cucha de Moro, que se hace el distraído como si de él no hablaran, solo mira a Paula con una carita de yo no fui.
Pedro se dirige al baño, Paula oye corres el agua de la ducha, le arregla la ropa sobre la cama y luego continua con su desayuno. Después de un tiempo aparece en escena el hombre de su corazón.
-Buen Día.
Y se sienta como si fuera una de la secretaria de Ideas. Ante ese panorama Paula no saluda, solo lo mira y se ceba un mate y lo toma, él se levanta y se prepara un café y la abraza por la espalda y le besa el cuello:
-Te amo, gorda.
-A yo pensé que tenía cara de secretaria maltratada.
-jajaja tonta.
-Ese buen día con cara de Boulong francés no da a esta hora de la mañana.
-No me hagas acordar.
Y mira a Moro que viene silencioso y se ubica entre las piernas de Paula, como pidiendo “defendeme, ma”.
-Pobrecito, miralo el no tiene la culpa, fue sin querer pa.
Le dice Paula con Moro en sus brazos y tomando sus dos patas delanteras y colocándolas juntas como pidiendo perdón.
-No me convences.
-Pa, necesito una novia por eso estoy nervioso.
-jajaja sabes lo que me costó a mi conseguirme una y …
-Termina la frase “conseguirme una y… que”
-Y ahora soy el hombre más feliz del mundo.
-mmmm jajajaja decías uno de tus chistes malos y te tiraba el muñeco de Moro.
-Sacaste turno con la doctora?
-Sí, me dijo que es por orden de llegada.
-Bueno, vamos.
-Ok, aguántame un ratito.
-mmmm tenemos para rato, mamá se va a preparar para salir.
-Callate nene, no tardo tanto.
Moro ya estaba con su correa puesta y Pedro con su gorrita, sale Paula hecha una reina como siempre y él antes de salir se lo dice y la besa para confirmarlo. Tomados de la mano salen del departamento rumbo al consultorio de la ginecóloga.

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